¡Hola Switchers! Hoy trataremos el accesorio más típico de la Nintendo Switch, el mando Pro.
A ver, partimos de la base de que la Nintendo Switch fué concebida con la intención de cambiar entre modo portátil y modo consola de toda vida enchufada a un televisor. Podríamos pensar que el accesorio que la propia consola te añade al comprarla (sí, el trozo plástico este que te venden como mando para conectar los dos joycons y que es más incómodo que incomodín) resuelve el modo estático de la consola, es decir, que podremos jugar sin problemas usándolo. Y bueno, sí, por poder podemos, pero si nos vamos a tirar horas y horas delante de la pantalla ya os digo yo que nuestra manita de gamer nos pide un mando un poco más cómodo.
La verdad es que el Pro solventa la comoidad, y se agradece mucho que sea inalambrico. Si bien es cierto que tiene batería propia y que hay que cargarlo de vez en cuando, las propias características de la switch nos animan a sacarla del televisor y continuar la aventura en modo portátil mientras el mando se carga.
Ahora bien, el problema number one, su precio (60 eurazos). Y sí, que es un mando oficial, que es inalambrico y que tiene bastante autonomía, pero seamos sinceros, tenemos mandos igual de ergonómicos, inalambricos y duraderos por la mitad de precio.
Por lo tanto, creo que tener un mando pro es indispensable a la hora de jugar en tu televisor, pero no es indispensable que sea el propio mando pro 😂.
¿Qué opináis vosotros/as switchers? ¿Lovers, haters? Coméntame por aquí lo que creas conveniente ¡A ver si subimos de lvl este blog!
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